Estos días hemos estado entretenidos preparando material de formación a distancia y, entre otras cosas, también preparando parte del aspecto técnico necesario. Lo que viene siendo el software y el hardware, vamos. Creo que nunca he estado en un parto tan duro. Y eso que soy de los que llevan muchos años trasteando con las tripas de los cacharritos. Que si driver no-sé-qué por la derecha, que si incompatibilidad por la izquierda…
La historia tuvo final feliz pero he sentido la necesidad de contar la experiencia. Lo que en principio puede considerarse como una rutinaria puesta a punto de un programa se convierte en algo digno de cachondeo.